LÓPEZ DE VILLALOBOS, Francisco

  Hijo de un médico judío residente en Villalobos (Zamora), nació en esta villa en 1473. Muy probablemente con anterioridad al decreto de expulsión de los Reyes Católicos de 1492 se convirtió al cristianismo, seguramente de manera espontánea y sincera, pues aunque fue molestado en alguna ocasión por el Santo Oficio bajo la acusación de mago, llegando incluso a sufrir prisión, logró salir del trance libre de toda culpa y sospecha. Cursó los estudios de artes y medicina en la Universidad de Salamanca, graduándose muy joven, pues en 1498 ejercía ya la medicina en su lugar natal, y en aquel mismo año publicaba su primera obra, El sumario de la medicina, obra en verso castellano construida sobre el Canon de Avicena y de gran contenido doctrinal y pureza estilística que le granjeó un gran prestigio.

  Fue después médico del duque de Alba, residiendo por algún tiempo en Medina de Rioseco y Alba de Tormes y en 1509 el Rey Fernando el Católico lo nombraba su médico de cámara, cargo en el que era confirmado en 1518 por Carlos I, a cuyo servicio permaneció hasta su jubilación en 1542. Su muerte acaeció en Valderas (León) en 1549.

  López de Villalobos poseyó una vastísima cultura que proyectó su conocimiento más allá del ámbito estrictamente médico al científico natural y filosófico, y también una poco común sensibilidad humanista que lo llevó a interesarse por el mundo clásico, llegando a hacer una traducción del Anphitrion de Plauto.

  Así, como médico se mueve dentro del galenismo arabizado, más propiamente del avicenismo bajomedieval, mientras que en el ámbito filosófico y en el científico en general se pronuncia dentro de un horizonte aristotélico por la experimentación enriquecedora de la experiencia, al tiempo que marca una clara distinción entre filosofía y teología. «Yo no hablo agora -escribe­ con teólogos, y si los filósofos se acogen a ellos, harán como los malhechores que se acogen a la Iglesia».

  Recordemos, en fin, que el nombre de nuestro autor figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua.