TRIGO, Felipe

  Felipe Trigo nace en Villanueva de la Serena, el 13 de febrero de 1864, de familia de clase media, inmersa en problemas económicos tras la muerte del padre. Trigo cursará estudios de bachillerato en Badajoz y posteriormente medicina en Madrid, en el hospital San Carlos. Ya casado con Consuelo Saco de Herrera, compañera en la facultad, ejerce la medicina en Trujillanos y Valverde de Mérida.


  Finalmente oposita al Cuerpo de Sanidad Militar. Una vez conseguida la plaza, viaja como primer destino a Sevilla, en donde comienza su actividad periodística. Sus siguientes destinos serán Trubia, lugar en el que ejerce de médico de una fábrica de armas, y Filipinas, donde vivirá la revolución en persona, siendo médico de un destacamento de prisioneros tagalos. En una refriega de la contienda, que estuvo a punto de costarle la vida, perdió el uso de una mano, por lo que fue repatriado como mutilado de guerra, como teniente coronel. En España a su regreso fue tratado como un héroe. Pese a la opción de aprovechar su condición de héroe de guerra de forma política, opta por abandonar el ejército en 1900, instalarse en Mérida y dedicarse exclusivamente a la producción intelectual.


  Su primera novela, Las ingenuas, en las que relata su periplo filipino, es todo un éxito, y le convierte en un escritor próspero. Diecisiete novelas, todas ellas éxitos absolutos, algunos ensayos, novelas cortas y relatos. Tras unos primeros tiempos en los que el escritor practicaba un socialismo marxista ortodoxo, publicando artículos para El socialista, su pensamiento derivó en un reformismo radical de carácter burgués, Su mayor exposición teórica será Socialismo individualista, en la que trataba de conciliar la idea de un socialismo que consideraba inevitable con la preservación de la autonomía individual. Jarrapellejos es su obra literaria más importante, también dedicada a la cuestión social, concretamente a la situación miserable de la españa rural dominada por el caciquismo.


  Pese a la prosperidad y el éxito, Felipe Trigo acabará con su vida de un disparo el 2 de septiembre de 1916. En la nota dejada a la familia alude a una enfermedad incurable. Se especula con que se refiera a la aguda neurastenia que soportaba desde muchos años antes. Ya en su obra Sí sé por qué escribe sobre un anterior intento de suicidio.